Merlina Solemnnis.

El diablo ha reencarnado
Todos en el pueblo lo saben
Pero sus caras son como máscaras
Pretendiendo que todo está bien.

"El fin se acerca", la niña dijo.
El panadero simplemente simuló no escucharla.
Su madre roja de vergüenza abofeteó a la niña
Pero en el fondo sabía que era verdad.

En el castillo, en la cima de la colina
Se encuentra la primera dama, encerrada cual esclava...
Llora en las tardes, en las noches y madrugadas
¡Pobre joven, quien sabe lo que le pasará!

El Sr. Solemnnis mira desde la ventana
El odio carcome su corazón y su alma.
La niña lo ve desde el otro lado del pueblo, en su más miserable pobreza
Mientras el se regodeaba de los manjares mas dorados que el cielo (o infierno) pudo otorgarle.

Sonrisa modesta, sonrisa convincente.
La Sra. Solemnnis mira desde el jardín.
¡Pobre joven de cabellos rojizos!
Sus manos frías como la nieve se vuelven azules
Bajo la niebla entre el terciopelo carmesí.

Lujuria que se evapora en aquella casa
Solemnnis no deja de odiar
¡Vete lejos Merlina, cuanto puedas!
Sus impuros pensamientos no te dejarán dormir.

Mientras que la pesadilla transcurre
La joven no quiere morir
Y si entre sangre retuerces
Y tu mundo ya no es infantil
¡Ya lo sabes, Merlina Solemnnis!
La niña te lo ha dicho.
El fin se acerca y el diablo ya esta aquí.