Te abandonaste a tí misma.
Te ahogaste en tu propio océano.
Lloras tu propia muerte...
Muerte que causaste con tus manos llenas de torpeza.
Y luego te lamentas, te arrepientes.
¿De qué sirve? ¿De qué sirve seguir llorando? ¿Llorando de algo que vos misma conseguiste?
Siendo que nadie más te puede salvar.
Pero yo ya hice suficiente.
Ahora voy a dejar que te asesines sola.
Y te hundas sola.
Porque nadie más te puede salvar.
Nadie más que vos misma.
viernes, 26 de marzo de 2010
Suicidio
Publicado por VioL€t en 13:51

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Pensamientos:
Publicar un comentario