Los sueños que flotan en mi techo me hacen recordar tu dulce mirada, tus fría sonrisa, tu cara tan perfecta y contradictoria...
Hasta que la noche se apodera de mí y me deja morir dormida.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Fiesta.

Tengo esa sensación...
De estar volando en un cielo estrellado
Mirando la luna, tan cerca de mi.
Con esa Luz frívola, esplendorosa, reflejando mi rostro.
Las estrellas danzan, la música muda.
Las nubes observan, tiesas, tranquilas.
La Luna es la reina de la noche, ilumina con su grandeza y su mágico esplendor.
Yo solo vuelo, acompañando en la íntima fiesta nocturna, que brinda el cielo.
Las estrellas fugaces, son mensajeras de Dios. Caen hacia la tierra, escuchando los deseos.
Sostienen esperanzas, aunque caen a un vacío desconocido.
¿Será que Dios las espera dónde ellas aterrizan?
Mientras tanto, la luna ilumina, todo lo que vemos.
Las estrellas acompañan, alegres y brillantes.
La fiesta dura, hasta que el Sol aparece.
Respetuosas, las estrellas se apagan, y la Luna le cede el trono al imponente Sol.
Y mi vuelo sigue su rumbo.
Hasta llegar segura, a dónde quiera que llegue.
Hasta que la fiesta vuelva a comenzar.

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